En un momento los Beatles empiezan a cantar I need you (temazo, por cierto). Verlos tocar, cantar, disfrutar de lo que hacen, sabiendo que ellos y sólo ellos pueden lograr transmitir toda la alegría que generan en las personas... Al menos en mi papá y en mí. Fue en ese momento, viéndolos felices, cantando, haciendo caras y gestos, en el que me di cuenta que la vivir es un regalo, que no cuesta nada pasarla bien, y que cada momento es único e irrepetible y que no podemos dejar de que nos hundan en la amargura así como así.

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