No puedo no decir lo que pienso: me sale solo, lo hago casi inconscientemente, me siento mal conmigo misma si no desahogo lo que tengo que decir. Odio estar deprimida pero cuando lo estoy escucho canciones autodestructivas para sentirme pero aún. Lloro con una facilidad verdaderamente increíble, y hay veces que me gusta hacerlo para estar más liberada.
Tengo algo cuando se pone la pantallita azul de mi mp3, que la tengo que sacar porque me causa una "mala vibra", pero amo cuando se pone en color rojo, me tranquiliza. Hablando de eso, no sé que tengo con los artefactos electrónicos que no me duran nada, y no hago nada para que se rompan (en la mayoría de los casos).
Si hay algo que detesto es que me invadan, que me atosiguen, o que me saquen las cosas y que se caguen en mí, en mi existencia y en todo mi entorno. Los cagones? AAAAAAAY, es algo terrible como me repugna esa modalidad en las personas; los cobardes, los que hablan por atrás, los que no te dicen las cosas en la jeta y te las dicen por msn/sms/inbox o cualquier otro tipo de medio de comunicación que no implique mirarte, porque claro, ahí sí que se cagonean todos.
Me fui por las ramas verdaderamente, y no vengo a criticar a los demás, solo a hacer una autocrítica.
Me pone mal no tener notificaciones cuando estoy en facebook, pero odio cuando me llenan de ellas y me dan ganas de mandar a todos a la mierda.
Hablando de mierda, hoy fue un día de mierda, pero esto lo dejo para la entrada siguiente
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